Research Institutes of Sweden, RISE, han realizado varias pruebas de productos en nombre de Testfakta. RISE funciona como una sociedad limitada de propiedad estatal y se ocupa de todo, desde investigación básica hasta pruebas y certificaciones de calidad. La mayoría de los clientes pertenecen a la comunidad empresarial sueca.
Erica Waller es directora de unidad en RISE Bygg och Mekanik.
¿Qué diferencia a Testfakta de otros clientes para los que trabaja?
- Normalmente trabajamos en secreto con nuestros clientes, pero para la misión de Testfakta es todo lo contrario: apertura y transparencia. Tampoco es inusual que los resultados aparezcan en los titulares de los sitios de noticias.
- Básicamente, creemos que un debate abierto sobre los resultados es bueno porque, a su vez, impulsan el desarrollo de productos de los fabricantes, lo que en última instancia beneficia a los consumidores. Por ejemplo, obtienen productos más seguros.
¿Qué aportas además de las pruebas puras?
- La independencia es uno de los valores fundamentales de RISE. A esto también contribuimos principalmente, sobre todo en el análisis imparcial. Por lo demás, Testfakta es como cualquier otro cliente, la diferencia es la apertura al mundo exterior.
¿Existe alguna tendencia en las pruebas de consumo y, de ser así, cómo están afectando a su negocio?
- Una tendencia a largo plazo que se observa desde hace algún tiempo es que una proporción cada vez mayor de los productos consumidos en Suecia se producen en el extranjero. Esto ha significado, entre otras cosas, que a los consumidores les resulte más difícil distinguir entre diferentes marcas. Por ejemplo, hay etiquetas que son casi engañosamente similares a la marca CE, sin garantizar que los productos hayan sido sometidos a pruebas de seguridad. También hay ejemplos de productos puramente peligrosos dentro de determinadas áreas de productos. Al mismo tiempo, vemos cuántas normas se han mejorado gracias a la armonización de reglamentos y normas que tiene lugar, por ejemplo, en el ámbito de la UE.